Tanta vida*

lo que veía eran familias

aunque no del todo claras

podían ser hijos, los chiquillos,

pero a una madre le vi una cara extraña

y un andar incompatible

vi parejas, perros, estacas

un cielo azul y árboles gigantes

una chica de pechos abundantes

leyendo Los miserables recostada en un tronco grueso

bebí agua de una fuente

me sobé los pechos abundantemente

anduve senderos, respirando, fuerte

quise fotografiar una bebé sobre un tronco

pero su madre me obsequió un insulto

repté por entre jardines milenarios

me persiguió el coche de la policía

hasta que se quedó sin gasolina

había mucha gente, mucha:

niños, niñas, chicas de cabello rasta

una de ojos azules otra de ojos verdes

me ofrecieron libros

me regalaron La náusea por mi calidez humana

respondí que no era mi culpa

apenas era capaz de salir a pasear

un domingo soleado

no era cosa mía esa afable presencia

el mundo me persiguió otro rato

me obsequió un almuerzo bastardo

que luego arrojé a la vía

cuando me alcanzó una sombra dudé

no supe si vendría la navaja o la mirada

cuando me sentí en casa sudé copiosamente

culpable estuve golpeándome el pecho

de tanta vida derramada, tanto sol

tanta obsequiosidad gratuita

el flagelo paró con la almohada amarrada a mi rostro

pero no dormí

pasé años en vela, con tanta vista, tanta vida

hasta hoy,

imaginen la valentía

*Poema inédito

Anuncio publicitario